Desescolarización Mental: El Primer Paso para el Unschooling

Si consideras el unschooling como una alternativa educativa para tus hijos, primero tengo que decirte esto: ¡Felicidades por cuestionarte los moldes tradicionales! No es fácil mirar más allá de lo establecido y pensar en opciones distintas para la educación de nuestros pequeños. Pero aquí viene la parte retadora: el primer paso no es cambiar los métodos de aprendizaje de tu hijo, sino desescolarizarte tú mismo como mamá o papá.

¿Qué es la desescolarización mental?

Es el proceso de liberarnos de las ideas rígidas que tenemos sobre lo que significa aprender. Desde pequeños, nos han enseñado que el aprendizaje sucede dentro de un aula, con horarios fijos, exámenes y un maestro al frente. Es un modelo tan interiorizado que, aunque decidimos hacer algo diferente, seguimos midiéndolo todo con esas reglas invisibles.

Cuando decidimos educar en libertad, primero debemos replantearnos:

• ¿Qué es realmente aprender?

• ¿Cómo se da el aprendizaje en la vida diaria?

• ¿Por qué necesitamos que todo tenga un "resultado medible"?

El impacto de nuestras creencias en los niños.

Los niños aprenden por curiosidad, sin obligación. Pero si seguimos creyendo que el aprendizaje solo es válido cuando se mide con exámenes, o que es "mejor" cuando sigue un horario, terminamos proyectando esa presión en ellos, aunque queramos hacer unschooling.

Recuerdo cuando mi hijo Enzo y yo empezamos este camino. Al principio, me angustiaba si no seguía un ritmo "como el del colegio". ¿Y sabes qué? Esa angustia era mía, no de él. Enzo estaba feliz aprendiendo a su ritmo, descubriendo el mundo como siempre lo había hecho: a través de su curiosidad natural.

¿Cómo empezar a desescolarizarte?

Te comparto algunos pasos que me han ayudado:

1. Replantea tus expectativas. Pregúntate: ¿Por qué quiero que mi hijo aprenda esto? ¿Es necesario ahora? Aprender a confiar en sus intereses lleva tiempo, pero es clave.

2. Confia en el aprendizaje natural. Los niños no necesitan que les "enseñemos" todo. Su curiosidad es la mejor brújula. Desde sembrar una planta hasta explorar una pasión como Minecraft, cualquier actividad puede ser una lección valiosa.

3. Abraza el caos. El unschooling no sigue horarios estrictos ni currículos rígidos. Es un caos hermoso, con mucho desorden 🤣, lleno de aprendizajes inesperados. Permítete disfrutarlo. ✏🧸🪀📒📚

4. Rodéate de apoyo. Lee libros, escucha podcasts o únete a comunidades de familias que practican la desescolarización. Compartir experiencias ayuda mucho en este proceso.

   
   

Un cambio que empieza en ti

El unschooling no es solo una alternativa educativa; es una oportunidad para cuestionarte y crecer como persona. Al liberarte de la necesidad de controlarlo todo, descubres que el aprendizaje es un proceso continuo, tanto para tus hijos como para ti.

Así que, si estás en este camino, te invitamos a confiar en ti, en tus hijos y en el proceso. Desescolarizarte mentalmente es un acto de amor hacia ellos y hacia ti misma.

Y ahora te pregunto:

¿Qué creencia sobre la educación te cuesta más dejar atrás? ¿Te animas a compartirlo en los comentarios? ¡Quiero leerte! 😊

Y si te interesa entender un poco más este concepto de la desescolrizacoión, me encantaría invitarte a ver el siguiente video de Ana Paula Maya, estoy segura que te va a iluminar.