Acompañadas es más fácil: la importancia de tener una mejor amiga en el unschooling.
- Yentami Centeno

- 5 dic
- 2 Min. de lectura
(Sí, esa que Dios te manda justo cuando la loba solitaria empieza a dudar)

Cuando empecé con esto de la educación sin escuela, cada vez que escuchaba la frase “necesitas una tribu”, yo rodaba los ojos: Ajá, sí… claro….
Yo juraba que podía seguir siendo una loba solitaria, autosuficiente, fuerte, misteriosa… y con cero habilidades para hacer amigas, jajajaja.
Pero Dios, que tiene un sentido del humor maravilloso, me tenía una sorpresa guardada.
En un grupo de WhatsApp de desescolarización de Angela Harders conocí a una persona que, sin saberlo, iba a cambiarlo TODO.
Su nombre: Tanya.
Mi mejor amiga mamá-homeschooler.
Mi ancla cuando las olas se levantan.
A veces aún me parece irreal tenerla en mi vida, pero cada día le agradezco a Dios por ella. Porque en esos días en los que la duda muerde (“no estoy haciendo suficiente”… “no sé lo que estoy haciendo”… “siento que pierdo el enfoque”), Tanya se convierte en ese refugio donde no hay juicio, solo comprensión y un amor que empuja hacia adelante.
Y lo más divertido: Tanya está en otra esquina del continente, en República Dominicana… y aún así está aquí, en mi casa, TODOS LOS DÍAS.
A través de un mensaje, una llamada, una nota de voz. Su presencia siempre llega. Y llega a tiempo.
Con Tanya las conversaciones nunca se quedan en la superficie.
Hablamos de metodologías, filosofía, crianza, neurodesarrollo, tecnología, recursos, ideas, libros, documentales, y cada pequeña cosa que despierta curiosidad en nuestros hijos. No existe eso de “quién va más adelantado”. Existe el espíritu de:“yo te ayudo”.
Y eso, mamita… eso vale oro.
Ella me inspira para el blog. Yo la acompaño con ideas para sus hijas.
Ella se alegra por nuestros logros.
Yo celebro los suyos.
Cuando organizo un paseo y no llega nadie, ahí está ella preguntando:“¿Cómo les fue?
Y ese simple mensaje sostiene más de lo que la gente imagina.
Porque lo cierto es que sobre nuestros hombros ya cargamos una presión enorme:
Elegimos un camino distinto, uno que desafía sistemas, expectativas y estereotipos.
Un camino que incomoda.
Un camino que otros critican sin ser invitados.
Un camino que a veces parece solitario.
Un camino lleno de incertidumbre.
Un camino que exige una fe descomunal.
Ser la mamá que acompaña el aprendizaje de su hijo… que sigue sus intereses, su ritmo, su naturaleza… que avanza sin un mapa perfecto… no es fácil.
Pero cuando tienes a alguien que te mira, te escucha, te entiende y camina contigo —aunque sea desde otro país—, eso es un regalo divino.
Así que sí:
Encontrar a tu mejor amiga mamá-homeschooler es necesario.
Y créeme: allá afuera hay una mamá hecha para ti.
No estás sola.
Y no tienes por qué estarlo.
PD. Tanya, gracias.
Porque cuando me equivoco, cuando tropiezo y cuando siento que fallé… ahí estás.
Cuando llega el miedo, el estrés o la preocupación… ahí estás.
Eres magia en mi vida. Te quiero.
Y, mira… estoy considerando seriamente empezar a cobrarte renta.
Vives aquí todos los días y ni un centavo me pagas. XD




Yen, yo soy la que debería escribirte este artículo tan lindo. Agradezco tanto tu amistad, el tiempo que sacas para escucharme, tus consejos tan sabios. Eres una hermana en la distancia.
Te quiero mucho ❤️
PD. Alquiler no te voy a pagar, porque tu también estás metida en mi casa, así que estamos a mano 😅