Tu hijo nunca aprenderá a leer ni a escribir… El miedo número uno cuando empiezas la educación en casa

Ese pensamiento que nadie confiesa, pero todas tenemos

“¿Y si… mi hijo no aprende a leer?

¿Y si me equivoqué?”

Ajá… esa frase queda dando vueltas a las 2 de la mañana mientras miras el techo y la culpa hace fiesta.

La escuela tenía el control. O al menos eso nos hicieron creer. Había horarios, tareas, sellitos y una maestra con un cuaderno mágico donde todo lo que tu hijo no sabe aparece subrayado en rojo.

De repente: la responsabilidad es tuya.

Y tu co-equipo estratégico tiene… ¿seis años?

Ama jugar, reír y esconderse debajo de las mesas.

Tu cerebro adulto dice: ¡Esto es imposible! ¡Voy a arruinarle la vida!

Tu corazón dice: Dale tiempo, míralo… está aprendiendo todo el tiempo.

Bienvenida al dilema.

La verdadera noticia

Los niños vienen de fábrica con una curiosidad del tamaño del universo.

Aprenden a hablar un idioma sin clases, sin exámenes, sin cuadernos caligrafía…

y encima con acento local incluido.

Leer y escribir sucede así también:

por necesidad interna, por deseo, por conexión.

Primero descubren el mundo.

Después quieren descifrarlo.

Luego quieren contarlo.

El aprendizaje es inevitable cuando no se sofoca.

Cómo apoyar la lectura y escritura en la educación en casa sin presiones

¿Y si respiramos un momento?

Tu hijo no necesita que le enseñes cada letra.

Necesita verte leer por placer.

Necesita historias que lo hagan reír, llorar, preguntar.

Porque leerle a tu hijo:

• fortalece el vínculo

• alimenta el lenguaje

• despierta la imaginación

• da ganas de leer más

Además, tu voz es su audiolibro favorito. (Garantizado y sin anuncios).

Los grandes autodidactas

Hay quienes nunca pisaron un salón de clases tradicional o lo abandonaron a temprana edad; y aun así cambiaron el mundo.

Abraham Lincoln, Charles Dickens, Thomas Edison…

No esperaron a que alguien les marcara el camino.

Lo crearon.

¿Y si lo ves así?

Estás dándole a tu hijo la posibilidad de

• aprender por amor

• a su propio ritmo

• con sentido y con gozo

• sin lágrimas por una página teñida de rojo

El aprendizaje llega.

La lectura llega.

La escritura llega.

Llegan con la vida, llegan con la curiosidad, llegan para quedarse.

Confía.

La naturaleza no se equivoca.

😕 ¿Tú también tienes ese miedo rondando?

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