top of page

🥄 “No hagas por el niño lo que él puede hacer por sí mismo” — Crónica de un huevo, un rollo de papel y un corazón agradecido

No hagas por el niño lo que él puede hacer por sí mismo” — Crónica de un huevo, un rollo de papel y un corazón agradecido

Ayer domingo, amanecimos con antojo de panqueques.

Y como aquí cocinamos más con amor que con receta, le dije a Enzo:

—¿Qué tal si hacemos panqueques?


Yo me quedé arreglando la cama, pensando que me esperaría para empezar, como siempre. Pero no.


Cuando llegué a la cocina, mi hijo de 6 años ya había tomado un bowl, un huevo y el batidor manual. El huevo ya estaba cascado, y él… ¡se estaba lavando las manos para batir!


Y ahí, en ese momento, me cayó una ficha:

Esta autonomía que Enzo está desarrollando, no es casualidad.

Es el fruto de haberlo acompañado sin apurar, de haber confiado, de haberle permitido hacerlo por sí mismo, aunque no quedara perfecto… o aunque termináramos limpiando jugo, harina o ropa mojada después.


Montessori me lo dijo (y Enzo me lo confirmó)


Hay una frase que se quedó conmigo desde que empecé a estudiar el enfoque Montessori (espero no estar metiendo la pata con la cita, pero se atribuye a María Montessori):

“No hagas por el niño lo que él puede hacer por sí mismo.”


¡Y cómo resuena!


Claro que he sentido el impulso de hacer todo yo.

Sobre todo cuando veo que deja la ropa tirada en el piso después de ducharse.

Confieso: varias veces la he levantado, como quien dice “ya, para tener paz visual”.


Pero después me detengo.

La devuelvo al suelo, respiro, y le llamo:

—“Enzo, la ropa…”


Y él viene, sin problema, la recoge, la lleva a la cesta.

A veces con un tono juguetón me dice:—“¡Lo olvidé, lo siento!”


Y yo sonrío, porque lo importante no es la ropa.

Es la responsabilidad. Es el hábito. Es entender que en esta casa, todos colaboramos, todos aportamos.


El encargado del papel higiénico (y otras tareas con sentido)


Desde hace meses, Enzo es “el encargado del papel higiénico”.

Sí, así tal cual suena.

Él se da cuenta cuando el rollo se está por acabar, y va y lo cambia sin que nadie se lo pida.


¿Y sabes qué? Yo lo agradezco profundamente.

Porque no solo es una ayuda real en mi día a día, sino que sé que él siente orgullo de su aporte.

También lava el lavamanos y el inodoro una vez por semana.Y lo hace bien. Se esfuerza. Y yo elogio no solo el resultado, sino su compromiso, su disposición, su responsabilidad.


Porque su autonomía no solo es un regalo para él.

Es un regalo para mí. Y para su futura familia también.


Yo sé que será un papá presente, colaborador, con habilidades reales para vivir en comunidad.Y eso empieza ahora, desde la infancia. No se improvisa a los 30.


Una historia personal que siempre me acompaña


Hay algo más profundo que me impulsa a fomentar esto en Enzo.

Una historia familiar. Personal.


Mi hermano mayor (hermanastro por parte de papá), perdió a su mamá cuando tenía solo 9 años.

Fue criado por su abuelita y unas tías, y desde pequeñito tuvo que aprender a valerse por sí mismo. Lavarse la ropa, planchar su uniforme, cocinar, hacer tareas solo…


Y aunque fue duro, él aprendió. Sobrevivió. Se hizo fuerte.


Y yo, que fui testigo de eso, siempre he pensado que uno de los regalos más grandes que podemos dejarles a nuestros hijos, es la capacidad de cuidar de sí mismos y de los demás.


Porque no somos eternos. Porque la vida es impredecible.Y porque la autonomía no es solo una habilidad práctica.

Es un acto de amor.


❤️ Reflexión final


Aquí en casa, practicamos el unschooling y la crianza respetuosa, y creemos profundamente en el poder del aprendizaje libre. La autonomía no se impone, se siembra. Y cada gesto, cada hábito, cada pequeña responsabilidad compartida, es una oportunidad para construir un adulto capaz, empático y presente.


Si llegaste hasta aquí...


Tal vez también estés buscando formas de soltar un poco el control, de confiar más, de permitir que tus hijos se equivoquen y aprendan en el camino.


Créeme, yo también sigo en eso.


Y si hoy tu hijo cambia un rollo de papel, recoge su ropa o casca un huevo con seguridad…


¡celebra!Esas pequeñas cosas… son señales de que lo estás haciendo bien.


🫶 Si esta historia te tocó, compártela con otra mamá.🧼 Y si has vivido alguna escena parecida, ¡cuéntamela! Quiero leerte.

Comments


  • TikTok
  • X
  • Facebook
  • Instagram

Aprendiendo Bonito

© 2023 por Aprendiendo Bonito.
Desarrollado y protegido por Wix

Contacto

Haznos cualquier pregunta

bottom of page